Un alivio para la sequía: La Junta de Vigilancia del río Elqui logra recuperar 3 millones de metros cúbicos en el embalse Puclaro en un mes

Las estadísticas del 1 de abril de la Junta de Vigilancia del río Elqui mostraban un total de 8,7 Hm3 del recurso vital acumulado en el Puclaro, y para el primero de mayo aumentó a 11 Hm3. En el transcurso del mes, se logró embalsar en el tranque Puclaro 3 Hm3, lo que equivale al 1,5 % de su capacidad.

El panorama es desolador y ni las precipitaciones ni los programas de estimulación de lluvias pueden revertir la situación, que el mismo CEAZA ha denominado no como sequía, sino como desertificación. Sin embargo, la gestión de la Junta de Vigilancia pudo revertir el escenario y dar un breve respiro a los agricultores, cambiando el juego y generando una recuperación de agua inédita en la represa. Este hito se logró en parte mediante una reducción del agua entregada, disminuyendo el desmarque del 15 % al 10 %, es decir, que de la dotación accionaria de un comunero este recibe solo el 10%. Esta medida inédita no tiene precedentes en la última década de gestión de la JVRE. Este “ahorro” significa poder embalsar 1,25 Hm3 al mes, aproximadamente.

Para complementar esta medida, que colaboró con la recuperación del embalse, se utilizó la explotación de los 6 pozos DOH, los cuales fueron solicitados por la Organización después de dos estudios hidrogeológicos financiados por CORFO y DOH, ejecutado por las consultoras Hidrogestión y Aluvial en años previos. La puesta en marcha de la operación de los pozos de sequía se materializó con una alianza estratégica con Aguas del Valle, quienes asumieron el costo y el funcionamiento de estos. Es aquí donde la gestión en coordinación de voluntades y una mirada estratégica hídrica de la organización se tangibiliza con un aporte a la cuenca de 200 litros por segundo, liberando esa cantidad de agua del reparto y logrando acumular 0,5 Hm3 cúbicos en el embalse Puclaro.

Gabriel Varela Cano, presidente de la JVRE, comentó: “Es un trabajo de varios Directorios de la Organización, que siempre compartimos una mirada sobre una entrega oportuna del recurso hídrico y conservadora, con una mirada en el largo plazo; además, de ir estableciendo una articulación con los diversos actores de la región en materia hídrica, generando proyectos y colaborando para mejorar la gestión del recurso con una mirada sostenible, asegurando el consumo humano”.

Esto es un pequeño paso en la Gestión Integral del Recurso Hídrico, definido así por la Integrated Water Resources Management in Action. WWAP, DHI Water Policy, PNUMA-DHI Centro para el Agua y el Medio Ambiente en 2009.

La GIRH (Gestión integral de recursos hídricos) es un concepto empírico que nace de la propia experiencia de campo de los profesionales. Aunque muchos de los elementos del concepto han estado presentes durante décadas, de hecho desde la primera conferencia global en Mar del Plata en 1977. Sin embargo, no fue hasta después de la Agenda 21 y de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible en 1992 en Río cuando el concepto de GIRH fue objeto de profundos debates que incluían sus implicaciones en la práctica. La definición que da la Asociación Mundial para el Agua (GWP) de la GIRH es hoy la más aceptada: “La GIRH es un proceso que promueve la gestión y el desarrollo coordinados del agua, el suelo y los otros recursos relacionados, con el fin de maximizar los resultados económicos y el bienestar social de forma equitativa sin comprometer la sostenibilidad de los ecosistemas vitales”.

El Presidente de la CONCA, Confederación de Canalistas de Chile, Fernando Peralta Toro, expuso sobre la recuperación del tranque lo siguiente; “La Junta de Vigilancia del río Elqui, ha dado un paso trascendental en la Gestión de la Cuenca del río . Haciendo una labor de unión de voluntades entre todas las partes involucradas, con una visión de presente y futuro para generar una convivencia pacífica y armónica entre todos los habitantes del Valle. En todos los estamentos primó una visión positiva y una voluntad de acción , basada en una solución patriótica digna de admiración, que revela una capacidad latente en todas y cada una de las Cuencas de Chile. Tal como en esta cuenca , esta actitud se palpa en todas las OUA (Organizaciones de Usuarios de Agua) del país, desde la Cuenca del río Lluta hasta las de Magallanes . No se puede menos que estar orgulloso. Orgulloso de ser Chilenos”, declaró.

Con lo mínimo lograr resultados

Los sistemas frontales que han precipitado de forma nival en la cordillera, específicamente en el sector del embalse La Laguna, han registrado 1,64 mts. de nieve caída con fecha de 31 de mayo. Estos aportes son mínimos, considerando que el derretimiento nival es multifactorial, porque dependen de la temperatura, calidad de nieve, entre otros aspectos. A pesar de eso, se ha logrado mantener un equilibrio en el agua embalsada del tranque La Laguna, con solo una variación de 1 millón de metros cúbicos de abril a mayo.

El embalse La Laguna desempeña un papel crucial en la conservación y distribución del agua de deshielo de manera controlada. La cuenca históricamente aporta una cantidad importante de agua por temporada y, debido a la severa escasez, la cuenca no ha logrado generar el suficiente aporte como en años anteriores, es ahí que el embalse La Laguna cumple esa labor y se transforma en el protagonista de esta temporada para apoyar hidricamente toda la demanda de lo que va de la temporada.

El 17 de abril, las estadísticas mostraban una capacidad de 1,5 Hm3, y para el 07 de mayo alcanzó los 2,5 Hm3, gracias a la operación del embalse. Alex Cortés Flores, Juez de río, explicó que la operación del embalse en la cordillera “El aporte de nieve y agua es casi mínimo, pero muy esperanzador, hoy se mantiene cerrada las compuertas del tranque, lo que ha permitido lograr este aumento, se deben seguir monitoreando los caudales afluentes para ver el comportamiento del embalse”

Estamos lejos de ser un gigante en gestión hídrica como lo son el Reino de los Países Bajos, Israel o Taiwán, ejemplos en el tratamiento de aguas residuales. Más allá de este hito, que es un pequeño avance en la gobernanza de la cuenca del Elqui, que genera un círculo virtuoso entre el privado y la entidad pública por un trabajo sostenible para la cuenca. Ya son años de un trabajo silencioso y resiliente buscando el colaborativismo entre los actores protagonistas de la cuenca, vinculando a la academia, la ciencia, el Estado, el sector privado y las organizaciones de usuarios de aguas por el bien de la Cuenca.