“GIRAgua” es un proyecto de cooperación internacional pactado entre el Ministerio de Obras Públicas chileno y el Ministerio de Infraestructura y Medio Ambiente neerlandés, mediante la denominada “Carta de Intenciones”, firmada en julio del año 2016 como forma de promover el uso racional del agua y los conceptos de Gestión Integrada de los Recursos Hídricos y de Gobernanza del Agua; paradigmas claves para enfrentar el actual contexto de sobrecarga de acuíferos, uso intensivo del agua y suscitar la participación de la ciudadanía en el diseño de políticas públicas hídricas.
El concepto de Gestión Integrada de Recursos Hídricos –GIRH– se define como “un proceso que promueve el desarrollo y la gestión coordinados del agua, la tierra y los recursos relacionados, para maximizar el bienestar económico y social resultante de una manera equitativa sin comprometer la sostenibilidad de los ecosistemas vitales” (Mitchell, 2005, 9. 1336).
En sus comienzos, el concepto de GIRH tuvo dos énfasis:
1. El primero, una aproximación de análisis de datos a través de informes técnicos para “proporcionar una base científica para una gestión óptima de cantidad y calidad de aguas superficiales y subterráneas”
2. En una segunda aproximación, la preocupación sobre la relación de la tierra, los individuos y la ecología tomó cada vez más importancia ya que “el término fue utilizado en relación con cuestiones como los sedimentos contaminados, la gestión ecológica activa y los bancos favorables a la naturaleza” (Mostert, 2006, p. 21).
Para constituir la GIRH como concepto fundamental en los Países Bajos, se requirió de una estrecha cooperación de todas las autoridades con competencia o influencia en el sistema de agua, una legislación y sistemas de financiación bien desarrollados. De esta forma “la protección contra inundaciones ha tenido éxito durante 60 años gracias a los cambios en la organización, la legislación, los instrumentos financieros y los institutos. La gestión de los riesgos de inundación y la gestión del agua están integradas en nuestro país” (Slomp, 2012, p. 3).
Además, como concepto central de la Política Hídrica de los Países Bajos, la GIRH “se considera y se presenta como una ruptura con el paradigma tecnocrático, orientado a la oferta y orientado a la construcción del pasado, para señalar una nueva era en la que las preocupaciones económicas, sociales, ambientales y sociales se abordan simultáneamente y en sus interacciones mutuas” (Zwarteveenn & Boelens, 2014, p. 145). Mas este concepto no es una prospectiva, sino que un camino a seguir, ya que “dada la actual crisis del agua, la experiencia del agua holandesa es más necesaria que nunca. Juntos aseguramos un mayor impacto en el exterior” (Schaap, 2016, p. 3). Para desarrollar este concepto en un país como Chile, es necesario saber cómo ejecutar un plan de este tipo.
Para la implementación o ejecución de esta política pública hay dos pasos:
1. Identificar metas o direcciones; y,
2. Proceso de exploración, en donde “los participantes tienen la oportunidad de comprender dónde, cómo y por qué divergen sus valores e intereses, y dónde se necesita negociación para abordar aspiraciones legítimamente diferentes” (Mitchell, 2005, p. 9).
La experiencia neerlandesa sobre el tema de aguas nos orientará a identificar las metas y direcciones sobre lo que hay que hacer –know how– lo que es requerido especialmente por países ribereños que necesitan financiamiento y el conocimiento neerlandés sobre el manejo eficiente de los recursos hídricos.
Gestión Integrada de los Recursos Hídricos
Desarrollo del proyecto
Arcadis Chile, junto con Instituto Deltares de Holanda, y la Corporación Regional de Desarrollo Productivo, CRDP, la Universidad Católica del Norte (UCN), el Centro de Investigaciones de Zonas Áridas (CEAZA), del Instituto de Investigación Agropecuario (INIA-Intihuasi) y La Junta de Vigilancia del río Elqui (JVRE) son los actores que han participado en las dos etapas del proyecto. La primera con el estudio hidrogeológico de algunos sectores de la cuenca, modelos, planificación y definiciones para la creación de una metodología para el manejo integrado de los recursos hídricos en la cuenca del río Elqui.
La segunda etapa finalizó con la inauguración de la recarga de acuíferos en el Elqui Bajo y Pan de Azúcar. Este acuífero abastece el consumo humano de la localidad de Pan de Azúcar, la zona Costera de Coquimbo, (Guanaqueros, Tongoy) y Andacollo, así como también, la actividad agrícola y APRs, mientras que, en Elqui Bajo, el agua se utiliza para la ciudad, la agricultura y el sector industrial.
En Pan de Azúcar, según el Presidente de la Asociación de Agua Potable Rural (2019), Jaime Castillo, el acuífero ha mostrado una disminución de un 25% en los últimos diez años. “De no ser intervenido estamos sujetos a los años de lluvia. Tener esta reserva nos da tranquilidad para garantizar la vida humana, la agricultura y la industria”, aseguró.
Mario Jofré, Director de la Junta de Vigilancia del Río Elqui, explicó que “Permite conservar y mejorar la condición de la fuente de abastecimiento del acuífero. Luego, podremos evaluar y tomar acciones a una escala suficiente y obtener un impacto real a partir de una mirada de gestión integrada de la cuenca, es decir, aprovechar el agua subterránea en tiempos de déficit y disminuir la oferta del recurso superficial”.
HERMANA - Proyecto de colaboración del reino de Países Bajo con Colombia - Simil a FORMA
FORMA 3ª Etapa de GirAgua
El proyecto sigue su rumbo y hoy se discuten entre los actores hídricos de la cuenca los lineamientos estratégicos para dar inicio a la tercera etapa del Proyecto Giragua, FORMA.
Esta etapa contempla la recopilación, el análisis, procesamiento y el modelamiento de la mayor cantidad de datos de la cuenca: Fluviales, caudales, climáticos, nivales, estado de acuíferos y más para generar un programa computacional (SOFTWARE) donde puedan vivir esta información y pueda ser procesada para generar modelos matemáticos predictivos que ayuden a tomar decisiones, entendiendo la situación actual de la cuenca.
En una primera instancia será para los tomadores de decisiones de la cuenca para poder luego, en una siguiente etapa, pueda ser utilizado por los usuarios del agua.
Esta etapa será un gran avance hacia la GIRH, ya que reunirá a muchos actores en un círculo virtuoso de colaboración y de transferencia de información.
Alex Cortés Flores, Ingeniero repartidor del JVRE, explicó la responsabilidad de la organización de esta tercera etapa del proyecto “ Claramente este proyecto nos llevará a conocer el comportamiento de la interacción entre el agua superficial y subterránea, de manera de poder tomar decisiones con respecto al uso del escaso recurso, que es un fenómeno más recurrente, lo que no quiere decir, que cuando tengamos abundancia no lo gestionemos, sino que seamos capaces de realizar las recargas de los acuíferos.”, sentenció el Gerente.