Chile ha avanzado en cobertura de agua potable y saneamiento, pero enfrenta una deuda urgente con la calidad del agua: un factor clave para la agricultura, la salud humana y el medio ambiente. Hoy, el monitoreo en tiempo real se vuelve fundamental, especialmente en cuencas estratégicas como el río Elqui y el Choapa, en la Región de Coquimbo.
Un análisis de estudios técnicos —incluyendo informes del CEDEUS, la Dirección General de Aguas (DGA) y la Biblioteca del Congreso Nacional— revela preocupantes niveles de contaminantes, limitaciones en el monitoreo y grandes brechas para la toma de decisiones informadas.
¿Qué significa la calidad del agua y por qué debe importarnos?
La calidad del agua se refiere a sus condiciones físicas, químicas y biológicas, las cuales determinan si el agua es apta para determinados usos: riego, consumo humano, industria o preservación ecológica.
Físicas: turbidez, temperatura, color, sólidos en suspensión. Por ejemplo, una turbidez alta puede proteger microorganismos patógenos de los tratamientos químicos.
Químicas: como arsénico, boro, nitratos, sulfatos, cobre y plomo. Estos pueden tener efectos acumulativos en la salud y en el suelo agrícola.
Biológicas: incluyen la presencia de bacterias, virus y protozoos, que pueden generar enfermedades como fiebre tifoidea, cólera o hepatitis A.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una mala calidad del agua puede ocasionar más de 500.000 muertes anuales por enfermedades gastrointestinales e infecciosas.
Chile: logros sanitarios, desafíos en calidad
Chile lidera en América Latina en cobertura de agua potable (98% en zonas urbanas) y saneamiento. Sin embargo, los desafíos en calidad del agua son profundos:
Solo el 67% de las masas de agua presentan buena calidad, lejos del 80% comprometido para 2030 en los ODS.
Muchas zonas rurales del norte y centro presentan metales pesados, sales y nitratos en niveles críticos.
La red de monitoreo —aunque cuenta con 829 estaciones— no cubre el 100% de las cuencas y carece de sensores para contaminantes emergentes.
El Elqui: un caso crítico de contaminación por arsénico
Entre las cuencas más preocupantes se encuentra el río Elqui. En un análisis de calidad del agua en diversos ríos del norte y centro de Chile, Pizarro et al. (2010b) destacaron que:
“En el río Elqui, la concentración promedio de arsénico de las últimas décadas es de 1.705 μg/L, valor que supera ampliamente el nivel establecido por la Norma Chilena sobre requisitos de calidad del agua para riego (NCh1333.Of78), que fija un límite de 100 μg/L.”
Este dato refleja un problema persistente, agravado por:
Mineralización natural de origen geológico en la alta cordillera.
Historial minero en la cuenca, con drenajes ácidos y residuos contaminantes.
Alta evaporación y escasa recarga hídrica, que concentran los contaminantes.
Además del arsénico, en el Elqui se reportan altos niveles de boro, cobre, sulfatos y sólidos disueltos, parámetros que afectan tanto la productividad agrícola como la calidad del suelo.
Chile: logros sanitarios, desafíos en calidad
Chile lidera en América Latina en cobertura de agua potable (98% en zonas urbanas) y saneamiento. Sin embargo, los desafíos en calidad del agua son profundos:
Solo el 67% de las masas de agua presentan buena calidad, lejos del 80% comprometido para 2030 en los ODS.
Muchas zonas rurales del norte y centro presentan metales pesados, sales y nitratos en niveles críticos.
La red de monitoreo —aunque cuenta con 829 estaciones— no cubre el 100% de las cuencas y carece de sensores para contaminantes emergentes.
El Elqui: un caso crítico de contaminación por arsénico
Entre las cuencas más preocupantes se encuentra el río Elqui. En un análisis de calidad del agua en diversos ríos del norte y centro de Chile, Pizarro et al. (2010b) destacaron que:
“En el río Elqui, la concentración promedio de arsénico de las últimas décadas es de 1.705 μg/L, valor que supera ampliamente el nivel establecido por la Norma Chilena sobre requisitos de calidad del agua para riego (NCh1333.Of78), que fija un límite de 100 μg/L.”
Este dato refleja un problema persistente, agravado por:
Mineralización natural de origen geológico en la alta cordillera.
Historial minero en la cuenca, con drenajes ácidos y residuos contaminantes.
Alta evaporación y escasa recarga hídrica, que concentran los contaminantes.
Además del arsénico, en el Elqui se reportan altos niveles de boro, cobre, sulfatos y sólidos disueltos, parámetros que afectan tanto la productividad agrícola como la calidad del suelo.
Otras cuencas bajo presión
El análisis comparativo de CEDEUS revela patrones similares en otras cuencas:
Cuenca | Contaminantes críticos | Causas principales |
---|---|---|
Lluta (Arica) | Arsénico, boro, salinidad | Geotermia, fuentes naturales |
Loa (Antofagasta) | Conductividad >15 mS/cm, metales pesados | Geotermia El Tatio, minería |
Copiapó (Atacama) | Nitratos, cloruros, metales | Agricultura intensiva, aguas subterráneas |
Aconcagua | Plomo, fósforo, turbidez | Urbanización, agricultura y minería |
Mapocho-Maipo | Cobre, zinc, nutrientes | Aporte urbano e industrial |
Monitoreo en tiempo real: una innovación en marcha en Coquimbo
Para enfrentar estos desafíos, la Región de Coquimbo implementará una iniciativa pionera en el país:
Jueves 3 de abril de 2025
10:00 horas
Salón de Reuniones del Embalse Puclaro, Vicuña
Taller FIC-R: “Calidad online del agua de riego del río Elqui y Choapa”
Organizado por la Gobernación Regional de Coquimbo, el Consejo Regional y INIA Intihuasi, este proyecto FIC-R 2022 busca:
Generar una herramienta online para monitorear en tiempo real la calidad del agua de los ríos Elqui y Choapa, mediante sondas multiparamétricas ubicadas en bocatomas de canales de riego, que transmiten los datos en línea.
Uno de sus objetivos clave (Objetivo específico N°3) es:
Sistematizar y modelar el comportamiento de la calidad del agua por sección de río, y enviar esta información vía web o celular a los usuarios, para anticipar posibles efectos sobre la producción agrícola y tomar decisiones oportunas.
Este sistema permitirá alertar sobre contaminaciones puntuales, planificar el uso del agua de mejor manera y reducir los impactos en cultivos sensibles.
Monitorear el agua es proteger el futuro
La calidad del agua no se ve a simple vista, pero sus efectos se sienten en la salud, la economía y el medio ambiente. La única forma de prevenir daños es monitorearla con frecuencia, precisión y acceso abierto a la información.
En tiempos de escasez hídrica, cambio climático y presión sobre los ecosistemas, conocer la calidad del agua es tan vital como contar con ella.
El monitoreo online, territorial y accesible es el futuro. Y ese futuro ya comienza a fluir en el Elqui y el Choapa.
Monitoreo en tiempo real: una innovación en marcha en Coquimbo
Para enfrentar estos desafíos, la Región de Coquimbo implementará una iniciativa pionera en el país:
Jueves 3 de abril de 2025
10:00 horas
Salón de Reuniones del Embalse Puclaro, Vicuña
Taller FIC-R: “Calidad online del agua de riego del río Elqui y Choapa”
Organizado por la Gobernación Regional de Coquimbo, el Consejo Regional y INIA Intihuasi, junto con la colaboración de la Junta de Vigilancia del río Elqui, este proyecto FIC-R 2022 busca:
Generar una herramienta online para monitorear en tiempo real la calidad del agua de los ríos Elqui y Choapa, mediante sondas multiparamétricas ubicadas en bocatomas de canales de riego, que transmiten los datos en línea, en el caso del río Elqui en las compuerta automatizadas, alimentando aún más el SCADA con información clave para la toma de decisiones.
OBJETIVO:
Sistematizar y modelar el comportamiento de la calidad del agua por sección de río, y enviar esta información vía web o celular a los usuarios, para anticipar posibles efectos sobre la producción agrícola y tomar decisiones oportunas.
Este sistema permitirá alertar sobre contaminaciones puntuales, planificar el uso del agua de mejor manera y reducir los impactos en cultivos sensibles.
Proyecto FIC de sondas multiparamétricas
Este tipo de iniciativas marca un antes y un después en la gestión hídrica del país. El uso de sondas multiparamétricas de última generación —como las HL4 y HL7 seleccionadas para este proyecto— permite realizar mediciones continuas de parámetros físico-químicos esenciales como pH, turbidez, oxígeno disuelto, temperatura y conductividad, cada 15 minutos, generando una base de datos robusta, actualizada y territorialmente específica. A diferencia del monitoreo tradicional, que suele realizarse con frecuencia trimestral, este sistema es capaz de detectar cambios bruscos que antes pasaban inadvertidos.
Gracias a la articulación con actores locales como las Juntas de Vigilancia de los ríos Elqui y Choapa, este modelo de monitoreo busca empoderar a los propios usuarios del agua. Agricultores, canalistas, APR y autoridades locales podrán acceder a la información procesada directamente desde sus celulares o computadores, recibir alertas personalizadas, e incluso anticiparse a fallas en infraestructura o efectos sobre los cultivos por variaciones en la calidad del agua. Esto no solo permite proteger los sistemas productivos, sino también resguardar la salud del suelo y la eficiencia de riego.
El proyecto también contempla la sistematización y modelamiento del comportamiento de la calidad del agua por tramo de río, lo que permitirá entender cómo se distribuyen los contaminantes, cómo responden a eventos climáticos extremos o cómo se comportan en distintas estaciones del año. Este nivel de análisis será clave para avanzar hacia políticas de riego más inteligentes, transparentes y sustentables, ajustadas a la realidad hídrica de cada territorio.
En un escenario marcado por la sequía estructural, el cambio climático y la creciente presión sobre los recursos naturales, iniciativas como esta representan una oportunidad concreta para cambiar la forma en que Chile gestiona su agua. El monitoreo online no es solo una herramienta tecnológica: es una vía directa para cuidar nuestros cultivos, nuestra salud y nuestro futuro. La Región de Coquimbo está dando un paso adelante, y el resto del país debería mirar con atención.
Monitorear el agua es proteger el futuro
La calidad del agua no se ve a simple vista, pero sus efectos se sienten en la salud, la economía y el medio ambiente. La única forma de prevenir daños es monitorearla con frecuencia, precisión y acceso abierto a la información.
En tiempos de escasez hídrica, cambio climático y presión sobre los ecosistemas, conocer la calidad del agua es tan vital como contar con ella.
El monitoreo online, territorial y accesible es el futuro. Y ese futuro ya comienza a fluir en el Elqui y el Choapa.