“Las obras de riego son tremendamente positivas para nosotros, los últimos regantes de los canales”

Gerónimo Olivares es conocido por su postura ambientalista, lo que se concreta en la protección de un bosque nativo presente en su campo, el que protege desde 1984. Cuenta con veinte hectáreas productivas, las que debió arrendar debido al fuerte impacto que le produjo la escasez hídrica. Hoy de a poco está recuperando sus tierras.

Actualmente la Junta de Vigilancia del Río Elqui (JVRE) está compuesta por un total de 5.300 regantes, la mayoría de ellos son pequeños agricultores que han sentido con mayor potencia los fuertes impactos producidos por el proceso de desertificación que vive la Región de Coquimbo.

La Presidenta de la JVRE, Mariela Arqueros Vargas, detalló que “como organización trabajamos permanentemente en ajustarnos a los desafíos que el escenario hídrico regional nos impone, nuestro foco es hacer una distribución eficiente de las aguas entre nuestros regantes. Además, mantenemos contacto permanente con nuestros usuarios, con reuniones directas y salidas a terreno para escuchar y atender, sobre todo, a las necesidades de nuestros usuarios más pequeños, que han sido los más afectados por el escenario hídrico actual”.

Uno de estos casos lo protagoniza Gerónimo Olivares Reyes, regante del canal Marquesa, en el sector de El Molle, quien cuenta con 20 hectáreas dedicadas a la producción agrícola, sin embargo, debido a la falta de agua debió arrendar estas tierras. Como detalló Olivares “en el caso del canal marquesa, yo soy colero y a nosotros hace ya diez años que no nos llegaba agua, llegó un momento en que tuve un impacto económico importante y para no perder el predio tuve que arrendarlo a largo plazo, el que ya se está cumpliendo felizmente”.

Hoy Gerónimo ya recuperó diez de sus hectáreas, de las que cuenta con cinco de parrones y las demás las plantará con nogales y diferentes frutos con el fin de contar con flores secuenciadas para alimentar a sus abejas. Destaca que en gran medida ha podido recuperar sus tierras gracias a las obras de riego implementadas en el canal, señalando que “el impacto es totalmente positivo, es algo que permite que se eviten las pérdidas en canales por infiltración y que, al final de cuentas, llegue el agua hasta el último usuario”.

Paralelamente Gerónimo es el guardián desde 1984 de un bosque nativo al interior de su parcela, en el que están presentes especies como maitenes, sauce castilla, maqui, pulén, entre las más predominantes. Sobre este bosque, señaló que “puede ser ejemplo  para toda la cuenca del Valle de Elqui de cómo se pueden cerrar los espacios para que no entren animales ni gente a cortar leña, porque la naturaleza rápidamente, en menos de 30 años, se transforma en lo que siempre fue”.

Finalmente, sobre la gestión realizada por la Junta de Vigilancia del Río Elqui, señaló que “hay que felicitar principalmente a la Presidenta, Mariela Arqueros, y al Gerente Dagoberto Bettancourt, porque siempre han estado, son proactivos, escuchan y son muy valiosos. Hace mucho tiempo que no teníamos una directiva tan comprometidas como ahora, es un lujo tenerlos como dirigentes y funcionarios del río”.