Los canales Romero, San Pedro Nolasco y Bellavista totalizan en suma 140 km de extensión, mientras los estudios realizados por la organización y CNR señalan que estos tres canales perderán esta temporada de riego cerca de 18 millones de m3 de agua.
Hace unos días se realizó la primera reunión entre la Junta de Vigilancia del Río Elqui (JVRE) y el nuevo Coordinador para la Macrozona Norte de la Comisión Nacional de Riego, Bernardo Salinas Maya. Desde el inicio de la reunión se enfatizó en que, pese a que las condiciones del Elqui son mejores que las del Limarí, el estado sigue siendo crítico respecto de la disponibilidad hídrica.
Salinas enfatizó en que el trabajo de la nueva administración desde la CNR buscará la cercanía y trabajo en conjunto con las organizaciones de riego, mientras esta reunión en particular “fue una conversación franca, la junta de vigilancia es una organización que está muy ordenada y, por sobre todo, llama la atención la mirada estratégica que tiene, todo lo que están pidiendo tiene absoluto sentido”.
Entre las solicitudes de la organización estuvo el respaldo para seguir estudiando y mejorando la infraestructura de riego bajo Puclaro, donde se encuentran los tres canales más grandes de la cuenca –Romero, Bellavista y San Pedro Nolasco-, los que totalizan una extensión de 140 kilómetros con pérdidas que durante esta temporada totalizarán aproximadamente 18 millones de m3 de agua.
Al respecto Salinas señaló que “el plan que tienen de mejorar la conducción e infraestructura de riego es absolutamente coincidente con la intención que tiene la Comisión Nacional de Riego de poder invertir en esos canales, por lo que queremos trabajar en este plan estratégico a corto y mediano plazo para que efectivamente puedan ir resolviendo esta problemática”.
De esta forma, el acuerdo tomado en esta reunión fue de intervenir al menos el 25% de los tres canales mencionados para disminuir las pérdidas actuales.
“Debiéramos tender a tener una ley que refleje la realidad regional”
Otro tema que se presentó como fundamental fue el de adaptar las leyes a las necesidades de los regantes, tanto a quienes hacen agricultura en una región en desertificación como la región de Coquimbo, como las necesidades de los medianos agricultores que han acusado falta de ayuda los últimos meses.
Salinas señaló que, así como toda región, la región de Coquimbo tiene características propias por lo que “debiéramos tender a tener una ley que refleje la realidad regional, trabajar en proponer estos cambios y por otro lado poder generar instrumentos a nivel regional que nos permitan, con la flexibilidad y realidad regional, resolver estos temas”.
Por su parte, el Gerente de la JVRE, Dagoberto Bettancourt Madrid, destacó el acercamiento con las organizaciones de riego, pues estas entidades están directamente relacionadas con la base de sus directorios, como son los regantes.
“La necesidad de que la CNR se haga cargo del hecho de que no somos homogéneos a nivel país y menos a nivel nacional es fundamental y ahí ponemos en valor una visión técnica, como es la gestión de cuenca. Es imposible concursos para la cuenca del Elqui, pero si regionales”, señaló Bettancourt.
Asimismo se señaló la necesidad de atender a los regantes medianos, quienes no están cubiertos en sus necesidades por ninguna institucionalidad pública como sería Indap, que atiende a los más pequeños. Para esto se plantea una modificación a la ley o la generación de una Ley 2.
Salinas señaló que estas “son materias que hay que discutir, hay disposición de parte del secretario ejecutivo de la CNR de poder revisar y recoger aquellas demandas que las juntas de vigilancia están planteando con esta ley, porque es un cambio que viene a resolver un tema de un segmento importante de productores que están en sector medio, que muchas veces quedan en desamparo porque no hay ninguna institucionalidad pública que pueda resolver estos temas”.