Con la llegada de la época estival los bañistas de localidades al interior de los valles comienzan a generar pozas para fines recreativos, las que aumentan las pérdidas por infiltración.
Como explicó el Presidente de la Junta de Vigilancia del Río Elqui, José Izquierdo, esto se debe a que el agua pierde velocidad, lo que es bastante negativo porque “eso nos obliga a en lugar de tirar el 100% de lo que tenemos planificado según la demanda hoy en día, a liberar hasta un 20% adicional para cubrir toda la demanda”.
Respecto de las medidas a tomar, la JVRE no tiene herramientas para evitar estas situaciones, por lo que de momento se intentará acudir con maquinaria a remover las piedras que retienen el agua luego de que los bañistas se van.
Las zonas en que estas pozas se hacen más numerosas durante el verano son Marquesa, El Molle y Pelícana, que son los puntos donde más se perjudica el sistema.
De esta forma el llamado es a tomar conciencia de esto y que “una vez que terminaron de usar las pozas incorporen dentro del panorama el desarme de estas, porque produce un tremendo daño al río”.
Por su parte, el Seremi de Obras Públicas, Luis Cobo, señaló que “se necesita comprensión por parte de las comunidades que puedan ejecutar estas piscinas y en el entendimiento con las juntas de vigilancia, que son quienes tienen que velar por esto y si se ven afectados deben hacer la denuncia a la DGA por modificación de cauce u otro elemento”.