Las soluciones a este preocupante estado de sequía si bien requieren eficiencia y eficacia permanente, también requieren una experticia en generar un Plan Maestro Hídrico que permita cuidar este importante valor hídrico para todos nuestros usuarios
Eficiencia y eficacia son conceptos necesarios de aplicar para acciones urgentes y fundamentales en esta sequía que al parecer llegó para quedarse, pero asimismo un trabajo planificado y con experticia técnica, en donde lo que se comunique a todas las personas que ven con preocupación la escasez hídrica sean soluciones profesionales y concretas que se alejen del discurso romántico de promesas dilatadas o incumplidas y que sólo quiebran la credibilidad de quienes la emiten.
De toda la valiosa historia del Valle de Elqui, la escasez hídrica ha sido una oportunidad para mejorar la eficiencia en la distribución y la conducción del agua del Rio Elqui. Un dato a recordar en esta historia fue a mediados del siglo XIX, en donde se originó una sequía sobre 15 años de duración, pero que tuvo como consecuencia que se creara el primer reglamento de la distribución de las aguas del Rio Coquimbo como se conocía en esa entonces, logrando obtener una medida efectiva a futuro en una situación crítica como la de esa entonces.
Importante es recordar también, la construcción del Embalse Puclaro durante 1996, otra medida no sólo relevante sino que emblemática para solucionar estados de sequía. Y es que estos ejemplos que son parte de antecedentes en esta materia y que es necesario tener en cuenta, reflejan el interesante desafío que el Plan Hídrico pueda ser una oportunidad de mejora para lo que en la eficiencia del recurso hídrico se refiere.
Como parte de la administración privada en la distribución del recurso hídrico para todos nuestros usuarios de la Provincia de Elqui, los que suman cerca de 5.400, considerando dentro de este número a cerca de 130 Presidentes de canales, estamos concientes que este Plan Master Hídrico no estará disponible completamente para la contingencia de hoy, siendo reales en los tiempos de urgencia, pero pese a eso hay varias cosas que debe tener presente y que sugerimos como organización en beneficio de nuestra gente.
Es fundamental comprender que la creación de nuevos embalses, no es la clave principal para atacar la sequía; ya que estas obras de ingeniería son tan sólo una parte de la solución en lo que concierne al riego; y en vez de esta acción que para muchos es una decisión protagonista, sería más eficiente en el contexto que nos encontramos aumentar el nivel de inversión en obras de conduccion, monitoreo y control de riego; considerando que la Ley 18.450 como está concebida en este minuto, hacen muy lenta la tasa de inversión. Asimismo, es importante internalizar que las comunidades de aguas subterráneas no se van a formar por iniciativas de los particulares; y el Estado debe formalizar esta conformación, como lo hizo en el año 1995 la Dirección General de Aguas (DGA), con las comunidades de aguas superficiales.