El directorio de la Junta de Vigilancia del Río Elqui hizo un llamado a tomar medidas para enfrentar las consecuencias de las escasas precipitaciones registradas en los últimos años.
Vicuña.- Los embalses Puclaro y La Laguna están con agua a su máxima capacidad, lo que puede dar la impresión de que la crisis hídrica vivida hace unos años ya pasó y el agua para riego, consumo y uso industrial está asegurada por varios años más.
Pero la realidad hídrica es completamente distinta, ya que las abundantes precipitaciones de 2015 y 2016 que permitieron la acumulación de agua que hoy albergan los embalses de la zona serían excepciones dentro de la prolongada sequía que vive la Región de Coquimbo. Hoy, esa agua embalsada se convierte en la gran reserva hídrica para enfrentar los años que vienen.
Es por ello que Pelayo Alonso, presidente de la Junta de Vigilancia del Río Elqui y sus afluentes (JVRE), junto a Bruno Zandonai, director de la JVRE por la tercera sección del río y al gerente de la asociación, Dagoberto Bettancourt, presentaron ante la intendenta Lucía Pinto, el Consejo Regional, seremis y organismos públicos relacionados con la temática del agua, un profundo análisis a la situación actual, así como escenarios futuros.
Pelayo Alonso explicó que “se trata de una situación de escasez importante” y que por lo tanto “hay que trabajar de manera coordinada por extremar las medidas de distribución de agua y ser cuidadosos”.
Ejemplo de ello es la cantidad de nieve registrada en el embalse La Laguna: este año se registraron 32 centímetros de nieve, a diferencia de un año normal donde se cuenta con un promedio de 2 metros de nieve. Ello implica que los aportes nivales serán insuficientes para cubrir la demanda de agua de la cuenca del Elqui.
Alonso detalló que como organización han puesto la información necesaria a disposición de autoridades como el Gobierno Regional y el Consejo Regional, para poder trabajar de manera coordinada y así aportar a la toma de decisiones.
En este contexto, tras la última asamblea extraordinaria de usuarios del agua de la cuenca del Río Elqui, donde se revisó la propuesta del Directorio de la JVRE, se acordó de manera consensuada y unánime, un reparto de agua por acción bajo un criterio conservador, equivalente a un desmarque del 37, 5%, para la temporada 2018-2019 que permita enfrentar de manera cautelosa la mala temporada de lluvias de este invierno y los anuncios de un próximo año neutro en cuanto a precipitaciones, entiéndase deficitario en aporte de agua, tanto en nieve como en lluvias.
De este modo, durante los primeros seis meses, el desmarque propuesto será de un 40%, para entregar los restantes 6 meses de la temporada de riego un desmarque del 35%.
Factor clave: Mejorar la eficiencia
El foco operacional de la JVRE está puesto en seguir mejorando la eficiencia en la entrega del recurso hídrico, aumentando así la disponibilidad de agua para sus usuarios, motivo por el cual las prioridades son realizar inversiones en infraestructura de control y distribución, aumentar la capacidad de acumulación, gestionar de manera integrada la fuente superficial y la subterránea, reutilizar y buscar nuevas fuentes de abastecimiento. Ello, teniendo como objetivo principal focalizar la ayuda en los canales pequeños y priorizar las necesidades de los usuarios.
Frente a la situación hídrica regional, Bruno Zandonai, director de la Junta de Vigilancia del Río Elqui, señaló que “estamos preocupados por la situación que se vive” e hizo un llamado a “trabajar por aumentar la tecnología aplicada y fomentar aún más la transparencia en la gestión realizada por las organizaciones vinculadas al uso de agua”.
Minimizar los errores de medición, mejorar el control de la entrega de agua y reducir la pérdida de conducción, son factores claves para avanzar en el uso eficiente y sostenible del recurso hídrico.
Gestión integrada de recursos hídricos
La JVRE apunta a abordar la temática del agua con una mirada holística e integradora, donde el objetivo es, mediante un nuevo modelo de gestión, dar con una solución al permanente déficit hídrico que afecta a todos los usuarios del agua, a través del desarrollo de un método basado en la gestión integrada de cuencas hidrográficas, en este caso aplicada a la Cuenca de Elqui, proponiendo la instauración de una gobernanza integrada del agua, desarrollando un modelo de gobernanza integrada por cuenca que pueda ser replicable a los demás territorios de la región, llamado Giragua.
El desafío hoy es comprender, valorar y administrar el agua, cambiando el eje desde el riesgo a la seguridad.
En su última visita a Chile, HenkOvink, Enviado Especial de los Países Bajos en Asuntos Internacionales del Agua y experto hídrico del Giragua, aseguró que “si queremos innovar y mirar al futuro debemos hacerlo con apertura, transparencia e inclusión para construir capacidades. Eso lo tenemos que combinar con investigación, diseño e innovación”, advirtiendo que para avanzar en este proceso es necesario “mirar el agua desde un punto de vida holístico: cada gota cuenta, y puede ser contada una y otra vez. El agua superficial, subterránea y de desecho es una sola y así debemos tratarla”.
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Datos anexos:
La Junta de Vigilancia delRío Elqui y sus Afluentes es una Organización de Usuarios de Agua queadministra la cuenca del Elqui y sus afluentes. Es responsable de:
• 119 Canales (600 Km)
• 24 Captaciones
• 2 Embalses (246 Hm3)
• Hidroeléctrica HP s.a. 5,6 MW
• Administrada por un directorio de 7 miembros quese eligen cada 3 años, representativos del territorio administrado.
Distribución del agua:
• 90% del agua es para uso agrícola (80% son pequeños agricultores)
• 5% industria
• 5% agua potable
Brechas:
• Perdidas por conduccion 30%-40% de la red de canales
• Telecontrol y Medicion >10%-25%