La iniciativa reúne esfuerzos públicos y privados que, complementado con los aportes de la academia, contribuirá a preservar un desarrollo armónico de los ecosistemas marinos sin interferir en los distintos usos que se hace del recurso hídrico.
Proteger el medioambiente y asegurar la competitividad del sector social y productivo son los principales objetivos del Estudio Integral de Calidad del Agua que desarrollan, de manera conjunta en la cuenca del Río Elqui, el Ministerio del Medioambiente, el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA Intihuasi) y la Junta de Vigilancia del Río Elqui y sus Afluentes (JVRE) con el apoyo de la Dirección General de Aguas y la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile.
El proyecto, que se lanzó este mes y cuyo valor bordea los 171 millones de pesos, se focaliza en analizar de manera integral la calidad fisicoquímica y biológica del recurso hídrico como parte de las coordinaciones que se realizan para la elaboración de la Norma Secundaria de Calidad Ambiental de las aguas superficiales a fin de establecer los márgenes de concentración de diversas variables y los diferentes usos que se le da al recurso.
Tras el lanzamiento de este proyecto, que se extenderá por varios años, Francisco Meza, director de I+D de INIA Intihuasi manifestó que «las normas secundarias de la calidad del agua están pensadas para preservar el equilibrio natural y ver los ecosistemas asociados lo que permite entender de que los cuerpos de agua son frágiles y se deterioran en el tiempo y dicho daño es lento y paulatino, por tanto «adquiere importancia trabajar para poder cuidar el recurso hídrico». En tanto para Edgardo Díaz, director de INIA Intihuasi, detalló que este esfuerzo público-privado facilitará «generar los parámetros para el resguardo del recurso en sus distintos tipos de uso».
Visión compartida por Jorge Abbott, director de la JVRE, quien expresó que mediante este proyecto «se está poniendo sobre la mesa una herramienta que otorga transparencia en cuanto a la calidad del agua que está llegando al mar después de todos los usos que se le da es de buen nivel, lo cual va a ratificar y dar confianza de que lo que se está haciendo es lo correcto».
En este contexto, Irma Vila, profesora de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile y quien ha dedicado gran parte de su carrera al estudio de sistemas acuáticos al estudio de ríos y lagos, así como también de los peces, insectos y vegetaciones que habitan en las profundidades, recalcó que las organizaciones de usuarios del agua están cumpliendo un rol fundamental, dado que «están aportando a que se trabaje de manera integral a conocer de mejor manera los territorios, identificando puntos críticos de cantidad y calidad del agua ayudando a tomar las decisiones que permitan asegurar la presencia de caudales mínimos».