El presidente de la Comunidad de esa localidad, señaló que son obras necesarias, pero en tiempos actuales, son “una gota en el océano” para un canal con la extensión que tiene el Calera. Asimismo, destacó la labor de la Administradora Río Elqui Ltda., en la elaboración y postulación de las obras ejecutadas
Más de 1.600 metros en revestimiento con hormigón armado y cerca de 700 metros de entubamiento con polietileno de alta densidad (HDPE) han sido las obras construidas los dos últimos años en la localidad de La Calera, en el Valle de Elqui.
Para el Presidente de la Comunidad de Aguas de La Calera, Víctor Gajardo, son “obras parciales” que han mejorado la distribución del vital líquido en una parte, de los 42 kilómetros que comprende el canal.
“Siempre he dicho que tenemos un sistema de acumulación excelente, posiblemente uno de los mejores que existe en el país hoy en día, pero tenemos un sistema de distribución, del cual no debemos estar nada de orgullosos”.
En ese sentido, Gajardo, dijo que cerca de un 60% del agua que circula por los canales de la cuenca de Elqui se pierde por filtración o absorción, situación distinta a la que sucede con los sistemas de regadío del Limarí, en donde sólo se pierde un 18%. “Ellos tienen sobre el 90 % de la red de canales de la cuenca, revestidos” enfatizó
Por otro lado, destacó, el mejoramiento de la II etapa del Calera, señalando que “permitirá incrementar el flujo, las velocidades de entrega; aprovechando mejor el recurso, evitando pérdidas de agua”, además, añadió que “la obra es excelente en términos de ingeniería, es una obra civil, que está ejecutada en una forma muy profesional y no creo que haya contratista (Administradora Río Elqui Ltda.) que lo haya podido hacer mejor, especialmente respetando las condiciones que imponen los regantes.”
Mejorar la Eficiencia
La Comunidad de Aguas de La Calera trabaja con un 50% de desmarque, que son alrededor de 380 litros por segundo en la bocatoma, los cuales, según indica su dirigente, “no todos llegan a los usuarios y ni la tercera parte del agua que fluye por el canal llega a mis predios”.
En esa misma línea , Gajardo, manifestó su preocupación por la mala calidad en la conducción del recurso hídrico, que aún tienen algunos canales del Elqui, explicando lo que sucede al interior de su comunidad “Si nuestro sistema de regadío fuera revestido o entubado en su totalidad, podríamos aumentar las hectáreas de riego y mejorar la eficiencia, así bajaríamos la pérdida de un 50 a un 18 por ciento y tendríamos un porcentaje mayor de agua, en contraste a la que hoy recibimos con las mismas acciones”.
Por otra parte , se refirió a los beneficios que otorga la ley de riego 18.450, para el mejoramiento de la eficiencia de los sistemas de conducción, señalando que “hoy la JVRE ha podido ejecutar durante los últimos 6 años una gran cantidad de obras gracias a esos recursos, por lo que tiene un récord extraordinario de proyectos adjudicados.”
No obstante, asegura, que esto antes no sucedía por la ignorancia y falta de presión por parte de los regantes. “El empresario agrícola tiene una cultura muy individualista y de poca cooperación, cada uno se vale por sus propias manos, hasta hace 4 años yo no te habría dicho lo que cultivo, porque no quería competencia, pero la situación ha cambiado, todos tenemos que producir el máximo posible y unir esfuerzos”.
A su vez, es enfático en señalar que anterior a la administración actual de la JVRE no había una inquietud por parte de los presidente en ejecutar obras. “Hoy en día la junta es una entidad dinámica a mi parecer, anterior a eso , es una entidad estática ,cuyo primer fundamento era el tema del Embalse Puclaro, que es un buen tema, pero no fue originado por la junta, sino que es un proyecto que viene de la década del 50 . Por otro lado, la empresa filial a la junta que se dedica a estos temas es ejemplar en todo sentido.” recalcó