Sólo 1,15 metros de nieve cayeron en la estación embalse la Laguna el pasado invierno y bajo ese escenario la Dirección General de Aguas pronosticó para el nuevo periodo de riego un flujo de agua inferior al registrado el año anterior.
Pese a lo verde y abundante que se ve el paisaje cuando vamos entrando al Valle de Elqui, la situación es totalmente distinta en la cordillera, donde la escasez de nieve se hace cada vez más evidente y el recurso hídrico almacenado en los embalses Puclaro y La Laguna disminuye cada día debido a la alta demanda que tiene por parte de los usuarios.
Al respecto, el Repartidor General de Aguas de la JVRE, Manuel Domínguez, señaló que “sin duda las condiciones actuales de la cuenca del Elqui son peores a las del año pasado, y se ha definido que para la temporada de riego septiembre 2011- agosto del 2012 no habrán deshielos, producto que la nieve registrada en la alta cordillera fue insuficiente, ya que sólo cayeron 1,15 metros, cuando lo normal y el mínimo debiera ser 2,5 metros.”
En ese sentido, Domínguez, recalcó la precariedad de este vital elemento, enfatizando que el gran proveedor de agua para la cuenca, no son las lluvias costeras, sino la nieve caída en los sectores cordilleranos del Valle de Elqui.
“Estamos en un escenario muy parecido al del año pasado, dado que cayeron 72 cm, un poco menos que el pasado invierno 2011, y considerando además que llevamos arrastrando sobre los cuatro años de sequía, eso empeora aún más la situación”, Dijo .
Para la temporada de riego septiembre 2011- agosto 2012, la Junta de Vigilancia enfrenta un escenario aún más crítico, ya que los volúmenes almacenados en el embalse Puclaro y La Laguna, son aún más inferiores a los registrados el año pasado.
“En el periodo anterior, el Puclaro inició la temporada de riego con alrededor de 137 millones de metros cúbicos y La Laguna el orden de 25 millones de metros cúbico. Ahora estamos partiendo con 80 millones de m3 en Puclaro y 27 m3 en La Laguna. Entonces, bajo ese escenario se llevó a cabo la Asamblea Extraordinaria de Regantes, en donde se determinó una entrega a los regantes de 11.500 m3 por acción al año, equivalente a un 38% de desmarque promedio anual, el cual permite al embalse Puclaro mantener su operación hasta abril del 2012, y después de esta fecha, lamentablemente tendremos que batirnos con los caudales que provea el río Elqui y en ese punto entraremos en condiciones de emergencia”, señaló.
En relación a lo anterior, la organización proyecta para esa fecha ejecutar una nueva línea de acción, tendiente a distribuir una mínima cantidad de agua a los canales, en donde estos se tendrán que turnar unos con otros para poder recibir un desmarque del 40%.
Respecto al pronóstico presentado por la Dirección General de Aguas (DGA), en el mes de septiembre, para los caudales venideros en la hoya del rio Elqui, se espera en el mejor de los casos, un flujo de agua en un rango igual o menor a los 4,5 m3/s en la estación de medición fluviométrica de Algarrobal, siendo que históricamente para esa misma fecha los caudales pasantes por este sector bordeaban los 9 m3/s.
“Tendremos la mitad de lo normal, lo cual repercute en nuestra capacidad de trabajar, lo que nos permitirá abastecer con mucha dificultad a los regantes ubicados aguas abajo del Puclaro, ya que para el riego de su producción se necesita un caudal que este un promedio de los 4,5 m3/s o más, por lo que además se tendrán que utilizarán los volúmenes almacenados en el embalse”.
Debido a esta alarmante situación, la Junta de Vigilancia prevé para abril del 2012 la paralización del embalse Puclaro, quedando la monumental obra de regadío con un volumen muerto, el cual no se puede utilizar, y sólo se administrará el agua del río Elqui, la cual entraría y saldría inmediatamente de la presa.
“No vamos a tener la capacidad de regulación del embalse, y no es que se seque el río, el cual va a seguir operando, eso es importante de aclarar, pero es probable que tengamos desmarques de un 15% y como eso es prácticamente improductivo vamos a turnar los canales para que puedan trabajar a un 40%”, aseveró.
En relación al aporte entregado por las napas subterráneas al funcionamiento y abastecimiento del río Elqui, Domínguez, explicó que “el consumo de estas aguas subterráneas es menor, no es tan intenso como lo que sucede en Copiapó, aquí en la zona no es tanto, todavía el agua superficial es la gran fuente de abastecimiento para el riego y otros usos de los regantes. Nosotros estamos muy atentos a este tema, creemos que a futuro la Junta de Vigilancia del Río Elqui va a tener que tener una injerencia sobre la regulación de las napas subterráneas, porque es evidente su influencia sobre el agua superficial”, puntualizó.
Mejorar la eficiencia
Debido al déficit hídrico que enfrenta hoy la región de Coquimbo y en especial los regantes del Valle de Elqui, la Junta de Vigilancia del Río Elqui y sus Afluentes, junto a su empresa coligada Administradora Río Elqui Ltda. están fuertemente trabajando en la ejecución del proyecto de mejoramiento de la conducción de recurso Hídrico en la comunidad de aguas Maitén o Delirio, en donde la empresa constructora se encuentra trabajando en la reparación de más de 900 metros de canal.
Paralelamente a estos trabajos, se lleva a cabo el emplazamiento de un poco más de 600 metros de acueducto para el riego de la producción de más de 700 regantes asociados a la comunidad de aguas canal Unificado N°10.