La iniciativa reúne esfuerzos públicos y privados que, complementado con los aportes de la academia, contribuirá a preservar un desarrollo armónico de los ecosistemas sin interferir en los distintos usos que se hace del recurso hídrico.
La necesidad de contar con una mayor información técnica de la calidad del agua, así como disponer de una normativa que permita cuidar el agua y que facilite su gestión y usos, son los principales motores de esta iniciativa, denominada “Estudio Integral de calidad de agua del río Elqui, como contribución a la elaboración y futura implementación de la Norma Secundaria, que asegure la sustentabilidad de los ecosistemas acuáticos y protección del medio ambiente”.
El apoyo de Corfo ha sido crucial para poner en marcha el trabajo que están desarrollando de manera conjunta el Ministerio del Medioambiente, el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA Intihuasi) y la Junta de Vigilancia del Río Elqui y sus Afluentes (JVRE) con el apoyo de la Dirección General de Aguas (DGA) y la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile.
Tal como lo dice su nombre, este proyecto se focaliza en analizar la calidad de las aguas del río Elqui para diferentes usos, proponer resultados y aspectos técnicos para aportar en la elaboración de la Norma Secundaria de Calidad Ambiental de las aguas superficiales de la cuenca.
En esta etapa del estudio, los profesionales involucrados están recopilando datos históricos y realizando muestreos, con el objetivo de procesar toda la información y determinar la calidad fisicoquímica y biológica de las aguas del río Elqui, proponiendo Áreas de Vigilancia y rangos de concentraciones de las variables analizadas.
El proyecto, que comenzó a ejecutarse a mediados de 2019, contempla un plazo de 36 meses para su realización y su valor supera los 170 millones de pesos. Con esta información, la Junta de Vigilancia del Río Elqui y sus Afluentes podrá desarrollar herramientas para contribuir con la protección ambiental para las aguas de la cuenca.
El trabajo del equipo de INIA, liderado por el investigador en recursos hídricos Francisco Meza, es una muestra más de los positivos resultados que se pueden obtener al combinar los esfuerzos público-privados, permitiendo generar los parámetros para el resguardo del recurso en sus distintos tipos de uso y preservar el equilibrio natural del ecosistema asociado.