Usuarios de agua trabajan para mantener viva la agricultura y otras actividades productivas

Contenido emitido originalmente en Canal 24 Horas, 24 Horas Central Red Coquimbo y 24horas.cl

Es evidente que la Región de Coquimbo vive hoy en día los efectos del cambio climático, lo mismo que para algunos especialistas corresponde a un proceso de desertificación.

Dicha situación no ha mermado el interés por realizar una buena gestión del recurso hídrico, por ello, los organismos que controlan y reparten el agua se han esforzado para que en Elqui se mantenga al menos en un 92% el nivel de agua embalsada.

Una cifra que, aunque es positiva no permite confiarse, ya que la escasa nieve y la poca posibilidad de lluvia todavía complican.

Un panorama incierto con un déficit de lluvias cercano al 80% y que en comunas como Vicuña ya tiene una carencia que bordea el 96%. Datos que han servido para que organizaciones como la Junta de Vigilancia del Río Elqui y sus Afluentes pueda tomar decisiones y asumir el desafío de mantener vigente la agricultura, motor de la economía y vocación productiva de esta zona.

Todo, en un escenario de escasez de lluvias que obliga a organizarse y apostar por una mejor gestión en la que cada gota cuenta para mantener la producción agrícola y la amplia variedad de vegetación tan propia de esta región.

Revisa la nota completa de 24horas.cl acá: http://bit.ly/33xf9Pe

Es evidente que la Región de Coquimbo vive hoy en día los efectos del cambio climático, lo mismo que para algunos especialistas corresponde a un proceso de desertificación.

Dicha situación no ha mermado el interés por realizar una buena gestión del recurso hídrico, por ello, los organismos que controlan y reparten el agua se han esforzado para que en Elqui se mantenga al menos en un 92% el nivel de agua embalsada.

Una cifra que, aunque es positiva no permite confiarse, ya que la escasa nieve y la poca posibilidad de lluvia todavía complican.

Un panorama incierto con un déficit de lluvias cercano al 80% y que en comunas como Vicuña ya tiene una carencia que bordea el 96%. Datos que han servido para que organizaciones como la Junta de Vigilancia del Río Elqui y sus Afluentes pueda tomar decisiones y asumir el desafío de mantener vigente la agricultura, motor de la economía y vocación productiva de esta zona.

Todo, en un escenario de escasez de lluvias que obliga a organizarse y apostar por una mejor gestión en la que cada gota cuenta para mantener la producción agrícola y la amplia variedad de vegetación tan propia de esta región.